Redes sociales. O simples carteles pegados en árboles y
paredes. Todos los recursos sirven: ya sea desde la tecnología, o a través de
métodos básicamente artesanales y a pulmón. Es que, como no podría ser de otra
manera, la pérdida de una mascota genera angustia, impotencia, desesperación…
Sensaciones que, claro, van creciendo a medida que pasan las horas y los días.
Sin lugar a dudas, la irrupción de lo virtual en nuestras
vidas y la forma en cómo se fue ampliando la utilidad de los más diversos
portales, páginas o grupos –hasta convertirse en herramientas fundamentales
ante este tipo de situaciones-, nos acercan a un universo impensado hasta no
hace mucho tiempo atrás, y que ampliarán las posibilidades de éxito en nuestra
búsqueda.
De todas maneras, cualquiera sea el instrumento al que se
recurra, lo que siempre estará presente es la solidaridad. Porque sin la ayuda
y colaboración de “los otros” sería imposible.
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